(Por Tito Tricot)*

Alainet, 23 de julio de 2020.- Para los presos políticos mapuches en huelga de hambre. Peñi, en estos momentos de lluvia, permítanme contarles una historia de hermanos. De esas que se fraguan en las esquinas duras de las luchas de los pueblos del mundo y de las lejanas galaxias. Hay que decirlas porque son necesarias como las estrellas.
Susurrarlas, quizás, como hacen los weichafe cuando caminan por los cerros y los bosques del Wallmapu, con decisión y la memoria a cuestas para decir basta, como hicieron Anganamón y Pelantaru.
Este último dirigiendo la más grande insurrección mapuche iniciada con la victoria de Curalaba en 1598.
Pero esta es la insurrección de los cuerpos en huelga de hambre y no contra los españoles, sino que contra los chilenos que ocuparon tu territorio por la fuerza. Hoy la violencia del Estado se entroniza en el territorio de tus manos, tus rostros, tus huesos.
Es la arrogancia de la clase colonial y dominante. Como lo fue en dictadura donde los desaparecidos aún no aparecen y quién sabe por cuáles senderos deambulan buscando la puerta justa para poder dar el último beso a sus padres, hijos, compañeras o abuelas. ¿Quién sabe?
Lo que sí se sabe es que Mauricio se percató que la CNI lo seguía. Era un combatiente, un weichafe de mar, tal vez porque era de Valparaíso.
También de tierra, no sólo por ser Arenas, Mauricio Arenas, un jefe del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, y su tierra fue ocupada militarmente desde el golpe de Estado en septiembre de 1973. La usurpación de la tierra por la clase dominante tal como en el Wallmapu. Por eso permítanme seguir contándoles una historia de hermanos.
Decirles que “Joaquín”, su nombre clandestino, miró para todos lados mientras alistaba su revolver para enfrentarse a los agentes de la CNI. Un combate desigual, más “Joaquín” jamás pensó en ello, menos rendirse ante el enemigo.
No era una opción. Un jefe Rodriguista cae combatiendo me dijo una noche cualquiera. De pronto entra a una calle sin salida ¡Mierda! Se parapeta detrás de un auto; los agentes se multiplican, se suman carabineros. ¿Cuántos son, de dónde salen tantos?
Y el maldito callejón sin salida y el weichafe de mar, solo. No hay escapatoria posible. Entonces comienzan las ráfagas, una tras otra, interminablemente, en una sola dirección. “Joaquín” cuida cada tiro, son pocos.
Apunta y dispara desde el suelo, siempre cubierto por el automóvil. De improviso, a la distancia, divisa nítidamente a un carabinero que le apunta con su arma. Y la explosión en plena frente que lo propulsa hacia atrás con fuerza, cayendo de espaldas al duro cemento.
Te prometo que vi venir la bala, me relató con un cigarrillo entre sus dedos “Joaquín”. Te prometo. No perdió la conciencia a pesar que el proyectil le penetró la cabeza.
Su último pensamiento fue para su pequeño hijo, el pensamiento de la ternura antes de presionar el gatillo pues había guardado un tiro para sí mismo. Rendirse jamás. Se trabó el revólver, llegaron los agentes y con odio y furia le destrozaron las piernas a punta de ráfagas de metralla.
Mauricio Arenas, weichafe de mar y tierra, no murió. Eventualmente volvió a caminar, estuvo preso varios años, escapándose posteriormente por un túnel cavado magistralmente por otros compañeros. Retornó a la lucha como hacen los valientes.
Él lo era. Por eso maldecía entre dientes su rabia mientras descargaba el cargador de su fusil contra el auto del dictador Pinochet en el atentado de septiembre de 1986. Era valiente, y por ello el desconsuelo al saber que finalmente lo mató el cáncer a los 33 años.
Fue un 12 de octubre de 1991, el mismo día en que los hispanos invadieron violentamente aquello que luego nombrarían América.
Violencia que jamás ha cesado en el Wallmapu, aunque se cambiaran lanzas, alabardas y yelmos por fusiles, tanquetas y montajes. Por eso quería contarles una historia de hermanos, de peñi y lagmen, de luchas de todos los mundos y galaxias. Es que no me cabe duda que Mauricio no sólo estaría solidarizando con el pueblo mapuche, sino que andaría por los cerros del sur, bajo la lluvia o el sol, con ustedes. O estaría en huelga de hambre, como ustedes.
Pero también sé que con el mismo respeto con el cual arriesgó su vida, únicamente lo haría con la autorización mapuche.
Porque este es el movimiento mapuche, la memoria en movimiento, la historia en movimiento, la cultura en movimiento, la comunidad en movimiento, la auto-defensa en movimiento, el territorio en movimiento, Como el cuerpo, ese territorio propio peñi que hoy es parte de tu brega por la autonomía. ¿Qué mayor libertad que clausurar las fronteras de tu universo de piel y decidir qué hacer con él? Es tu huelga, tu hambre, tu decisión. Tu Weichan, esa lucha total en un conflicto que no empezaste ni buscaste.
El último recurso ante la arrogancia y racismo del Estado chileno, ya que su ocupación del Wallmapu –País mapuche– es el origen del conflicto-chilenomapuche y la solución de la Huelga de hambre está en manos del Estado colonial que debe ceder ante las demandas…
De los prisioneros políticos mapuches porque esta confrontación de poder, lo quieran o no las clases dominantes, las forestales y, los agricultores descendentes de los colonos que usurparon territorio histórico mapuche continuará. No tiene vuelta atrás.
El Estado debe entender que este es un problema político, que los mapuche saben bien que los ríos no beben de su propia agua porque la naturaleza es sabia.
Tan sabia que el río escurre por el mismo derrotero, como los mapuches que, no importa el tiempo, se desplazan por el camino de los tiempos de los tiempos el cual, a fin de cuentas, es el tiempo mapuche.
Por eso, simplemente deseaba contarles esta historia de hermanos en un momento donde la solidaridad puede contribuir con un grano de historia a la Dignidad mapuche.

* Dr, Tito Tricot. Sociólogo. Director, Centro de Estudios de América Latina y el Caribe-CEALC.

 

Hidadelfo Gómez Alvarez, (Frank), uno de los cinco fundadores del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) el 17 de noviembre de 1983, falleció en San Cristóbal de Las Casas, a causa de Covid-19, informaron sus familiares. Dijeron que el exteniente insurgente, de 57 años de edad, murió la tarde de este sábado en una clínica Covid-19 después de permanecer internado 18 días. Socorro, su compañera de vida, relató que Gómez Alvarez nació el 20 de diciembre de 1962 en la Lázaro Cárdenas, municipio de Huitiupán, ubicada en el norte de Chiapas. Contó que a los 12 años de edad, Frank salió de su comunidad hacia San Cristóbal en busca de trabajo, y entre los 16 y 17 años comenzó a participar en actividades políticas, que lo llevaron a formar parte de las Fuerzas de Liberación Nacional (FLN), que dieron origen a la creación del EZLN. Algunos de sus amigos recuerdan que fue el principal enlace para que los dirigentes de las FNL contactaran a la mayoría de los más importantes cuadros políticos zapatistas que se formaron en la década de los 80 del siglo pasado. “Su trabajo consistía en bajar de la montaña y visitar las comunidades para integrarlas a la lucha. Poco a poco en 10 años, de 1983 a 1993, las FLN pasaron de ser un movimiento político-militar, con estructuras verticales, de mandos a subordinados, a una organización política de nuevo tipo, o sea, democrática y al mismo tiempo militar”, recuerda “La Casa de Todas y Todos”, órgano del FLN, en su boletín.

MANUEL CABIESES DONOSO

Estos tiempos despavoridos claman por una nueva sociedad. Pero ella no será un parto fruto de la desesperación de las masas. La sociedad capitalista tampoco se superará a si misma como promete la oligarquía atemorizada que implora indulgencias. El capitalismo tiene que ser derrotado por las fuerzas del cambio. Para esa batalla se necesita un instrumento cohesionado en lo orgánico e ideológico. ¿Quién puede llevar a cabo esta hazaña si no es la Izquierda anticapitalista? La única fuerza no comprometida con un sistema que lleva en forma inexorable a la extinción de la especie humana.

El enfrentamiento ineludible tiene un nombre: revolución. En este tiempo la revolución tiene un prólogo cultural porque será necesario derribar espesos muros de ignorancia y prejuicios que son la primera línea defensiva del capitalismo. Habrá que derrotar la coerción ideológica mediática y cultural del capitalismo.

El superior valor de la solidaridad -objetivo supremo del socialismo- deberá vencer la codicia que regula las actuales relaciones sociales.

Pero una revolución cultural dista años luz de las prácticas rutinarias y burocráticas que han están llevando a la consunción a la izquierda existente.

Hace 20 años Fidel Castro definió: “Revolución –dijo- es sentido del momento histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado; es igualdad y libertad plenas; es ser tratado y tratar a los demás como seres humanos; es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos; es desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional; es defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio; es modestia, desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo; es luchar con audacia, inteligencia y realismo; es no mentir jamás ni violar principios éticos; es convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas…” (1)

Sentido del momento histórico en Chile significa apreciar en toda su magnitud el derrumbe de la institucionalidad de la dictadura y el ascenso que la lucha insurreccional de masas experimenta desde octubre del año pasado.

Cambiar todo lo que debe ser cambiado, entretanto, supone afrontar sin temor la etapa desgarradora que significará superar hábitos tradicionales de acción política. La Izquierda tendrá que echar por la borda el lastre de prácticas obsoletas y visiones cortoplacistas que la hacen derivar al oportunismo.

No obstante, la Izquierda de este siglo no surgirá de la nada. Es un instrumento de lucha que permanece en la memoria histórica de los pueblos. La acción rebelde del socialismo volverá a despertar conciencias al refrescar métodos de lucha y formas de organización.

Las ideas revolucionarias de este tiempo tampoco nacerán en terreno yermo. Luchadores sociales que el pasado unieron práctica y teoría, dejaron valiosas lecciones. En América Latina el ideario socialista del siglo XXI, por ejemplo, será fiel a una histórica vocación de unidad y antimperialismo de la Izquierda.

En el plano ideológico urge despejar tabúes y errores como aquel que identifica socialismo con estatismo. Las consignas en ese sentido tienen como efecto mostrar a la Izquierda como destinada al fracaso del “socialismo real” del siglo pasado. Tamaña tergiversación corta las alas a la creatividad propia del socialismo que promueve el pleno desarrollo de las capacidades humanas y de las fuerzas productivas.

El socialismo en tiempos de la inteligencia artificial y las tecnologías 5G, tendrá características distintas a la época del telégrafo y la locomotora a vapor. Pero su motor será siempre la acción concertada de las masas. Hoy su misión consiste en liberar a “esos zombis que vagan por las calles con la cara pegada a sus teléfonos inteligentes” (2).

La nueva sociedad la construirán millones de iniciativas. El poder del pueblo alcanzará así toda la dimensión de su fuerza transformadora.

En tiempos de hambre y pandemia bajo dominio del cambio climático que amenaza al planeta, el socialismo se constituye como esperanza cierta de la Humanidad. El centenario “socialismo o barbarie” de Rosa Luxemburgo adquiere inusitada actualidad. Suponer que la desesperación que provocan la miseria y el hambre producirá el cambio social, es una hipótesis castradora de la iniciativa de los pueblos. La ausencia de una Izquierda socialista que organice la lucha –como lo demuestra la experiencia histórica- franquea la vía al fascismo y los falsos mesías.

En Chile estamos muy atrasados en el trabajo por “aggiornar” la Izquierda a la nueva época. Pero ha sonado la hora de echar las bases de una Izquierda con personalidad propia y “sentido del momento histórico”.

 

26 de mayo 2020

(1) Discurso en la Plaza de la Revolución, La Habana, 1 de mayo del 2000.

(2) Yuval Noah Harari, “21 lecciones para el siglo XXI”, pág. 293.

https://www.puntofinalblog.cl/post/la-izquierda-en-tiempos-de-ira

William I. Robinson

El capitalismo global ha estado sumido en una crisis intratable que es tanto estructural como política y que se ha intensificado en muchas veces por la pandemia. Estructuralmente, el sistema enfrenta una crisis de lo que se conoce como la sobreacumulación, lo que se refiere a una situación en la cual se acumulan enormes cantidades de capital (ganancias) pero este capital no logra encontrar salidas rentables y por tanto se estanca. Políticamente, los Estados capitalistas enfrentan una crisis en espiral de la legitimidad después de décadas de penurias y deterioro social causados por el neoliberalismo, ahora agravada por la incapacidad de estos Estados de manejar la emergencia sanitaria y el colapso económico.

 

Melancolía-

El silencio regresó

Arrumbado en el tiempo

De un destierro interminable.”

Si nos golpean no cederemos ante su fuerza

Si os insultan no les daremos la espalda

Ni escucharemos su voz

Nuestra respuesta será no oponer resistencia

Y resistir

Nuestra venganza

Retroceder y avanzar en silencio

Y cansados de odiar a escondidas

Bajaremos los puños

Llenos de tierra y espanto

Y de rabia y oscuridad

Para cubrir a los muertos

A los últimos muertos

Que permitimos

 

Jaime Montejo

Colombia-México

 

MARIO BENEDETTI

 

Les dijeron que eran clase media

y se tragaron el caramelo de cianuro.

Les dijeron que eran clase baja

y que podían elevarse a la clase media

y bailaron en un solo píe,

sin mirar las espinas ocultas en el suelo

bañadas en veneno….


 

Y a todos nos entregaron además el viejo

catecismo,

del dios de la prosperidad dueño del oro y la

plata,

el dios que desprecia y odia la sanidad pública,

porque nos dicen que eso es comunismo,

que aplauden masacres allí donde el capital

encuentra un pastel….


 

Nos entregaron el nuevo catecismo de la deuda,

¡ooh! Tarjetas de crédito, envueltas en papel de

regalo,

y festejaron su hazaña consumista,

y aplaudieron miles de muertos porque no eran

los nuestros..


 

Y a los que justifican al patrón que los humilla

y les explota hasta los domingos,

a cambio estos les regalan el desprecio torvo

a lo que sueñan haberlo dejado atrás....


 

Ignoran que en el aparente río en calma

que lleva la balsa de sus espejismos

una y otra vez cae por el abismo.

Trabajadores!!, nos esperan las corrientes

tormentosas

de un despeñadero de horripilantes cataratas,

desahucios, estafas, engaños, hambre y

miseria....


 

Nosotros nos lo hemos creído dejando de ser

personas,

haciendo de cómplice, de esas desalmadas

bestias,

cada vez que miramos para otro lado….

 

 

(Modificado por Tamarant, Andalucía)

 

El día 25 de mayo de 2020 Pablo Cabañas Barrientos fue internado de urgencia en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) a consecuencia de haber sido infectado de Covid-19 después de asistir a una sucursal bancaria en la demarcación de la Alcandía Iztapalapa, Ciudad de México. El gobierno mexicano a través de la Secretaría de Gobernación y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, ofrecieron apoyo a Pablo para que fuera atendido en el Hospital Militar. Tal ofrecimiento fue rechazado por Cabañas Barrientos por todas las atrocidades que cometieron los militares en el pasado de “Guerra Sucia”.

 

El Colectivo Movimiento por la Verdad y la Justicia de los Desaparecidos de la “Guerra Sucia” “Movimiento Contra el Olvido” que agrupa a familiares de personas desaparecidas, detenidas, torturadas, encarceladas que pudieron sobrevivir a toda esa embestida de las fuerzas militares y policiacas del Estado mexicano se solidarizan con la familia del Maestro Pablo Cabañas Barrientos esperando recupere pronto la salud, les decimos que estamos al pendiente y les exigimos a las autoridades que lo queremos sano y salvo.

 

Esta peste provocada por el capitalismo global tiene claros fines, reducir la población mundial, sobre todo, la población adulta y nunca tomarán con aprecio lo que esta población con sacrificio, con hambre llenó los bolsillos de los explotadores en su etapa de actividad laboral. Pero el capitalismo no quiere tener o mantener a jubilados o pensionados y se propone extinguirlos, porque para ellos son una carga económica innecesaria.

 

Todos los gobiernos que representan al Estado capitalista coadyuvan a estos fines. Esa ambición de poder económica transgrede lo más preciado que es la vida.